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| Parque Almagro y paisaje. Santiago, Chile. Foto M, Palma V. 2010 |
"Como resultado de la necesidad de habitar, surgió la ciudad y el espacio público, lo cual ha determinado la transformación del PAISAJE, entendido como el “manto territorial o sustrato sobre el que se actúa e interviene” (Corporación Patrimonio y Paisaje, Chile 2008), y como “elemento esencial para el bienestar individual, social y colectivo” (Convención Europea del Paisaje, 2000) y el AMBIENTE original, la mayoría de las veces con efectos adversos para la vida de los habitantes y para el ecosistema. Se origina así, el PAISAJE URBANO, y con ello, la necesidad de mitigar, corregir y compensar dichos efectos, a través del SISTEMA DE ESPACIOS VERDES que constituya la ESTRUCTURA VEGETAL URBANA, elemento de identidad, equilibrio, armonía y calidad ambiental, que favorezca al ecosistema y haga posible los USOS Y ACTIVIDADES SOCIALES en los espacios abiertos de la ciudad y en su entorno paisajístico.
En este escenario, la relación entre Paisaje y Espacio público, vista desde los diversos enfoques, es vinculante con los aspectos más vitales para hacer posible la habitabilidad en la ciudad, como son las condicionantes espaciales que la ciudad brinda para desarrollar en los espacios públicos la vida ciudadana al aire libre, facilitar su expresión social y cultural. En tanto que las características ambientales físicas y bióticas, propias del “paisaje contenedor” (Palma V. Mónica, Congreso Internacional Ciencias de la Tierra. IGM
De las relaciones iniciales, Hombre - Naturaleza, nacen los fundamentos y la génesis de la disciplina Paisajística, punto de partida de las demandas para resolver las necesidades de la sociedad que apuntan a que estas relaciones se den en forma equilibrada y armónica. Se ha respondido a ellas, dentro del contexto de paisaje en diferentes escalas y maneras de abordarlas, incluyendo el paisajismo “residual” o de los “huecos disponibles y o residuales” que dejó el negocio inmobiliario u otros, y el Paisajismo de “emergencia”, como son los espacios dentro de las poblaciones de viviendas sociales, cuando al menos hay espacio para el arbolado de calles y pasajes, y se reconoce esta vital necesidad.
Luego de varias décadas de experiencia en el campo del paisajismo en Chile, estamos en condiciones de evaluar resultados, corregir y ampliar la visión con nuevas y mejores respuestas que tienen necesariamente que traducirse en proposiciones de políticas públicas a los niveles más idóneos y de decisión.
Dentro del aporte desde la disciplina para la construcción de una propuesta común referida a los desafíos que impone la realidad medioambiental de la zona central, en la cual se centra el tema expuesto, se hace indispensable y urgente determinar las estrategias y criterios que deben guiar las decisiones asociadas a la gestación del espacio público de las ciudades de la zona, que den cuenta de sus particularidades asociadas a su localización, cobrando urgencia más aún en las ciudades y localidades afectadas por el terremoto de febrero de 2010..
Ello implica identificar y evaluar los paisajes naturales y culturales de la zona central comprendidos entre la cordillera de los Andes y la cordillera de la Costa , los valles de la depresión intermedia y el borde costero, cuyos métodos y conceptos se deben replicar en las demás zonas del país. Estos paisajes que forman los contextos de las zonas urbanas y rurales, deben ser analizados en sus potencialidades naturales y elementos culturales patrimoniales y significativos.
De este modo, la gestión y el diseño de los espacios públicos de la zona central, responderían a su real necesidad ambiental y expresión identitaria, por lo tanto contribuirían a la sustentabilidad".
Principales aspectos a destacar en la presentación y postura de la expositora.
Publicado por Corporación Patrimonio y Paisaje. Chile.
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